La publicidad sexista hace referencia a las imágenes publicitarias que contienen estereotipos de los roles de género, entre la feminidad y masculinidad. En el caso de la mujer suele ser discriminatoria. Si bien es cierto que fue muy popular durante el siglo XX, hoy en día siguen existiendo los mismos viejos códigos, aunque a veces de manera menos evidente.
Características
La publicidad sexista presenta al hombre físicamente atractivo y varonil con musculatura trabajada; serio, observador y consciente de lo que pasa a su alrededor; con postura erguida; con expresión agresiva, fuerte, valiente y audaz.
A la mujer se le cosifica como objeto sexual y se le estereotipa como cuidadora y trabajadora del hogar. Se le representa bella, sexy, seductora o sexualmente disponible, tocándose a sí misma, acariciando algún objeto, tendida en el suelo o en una cama; confundida y vulnerable, apoyándose en un hombre en una posición de sumisión o subordinación.